miércoles, 15 de agosto de 2012

TU ESTILO A JUICIO

Sigo reconciliándome con la televisión (menos mal porque ahora la veo bastante) y hay algunos programas que me gustan mucho.

En Tu Estilo a Juicio, que es un reality, han conseguido no sólo entretener sino realizar una intervención digna de un coach de vida, en todos los programas.

El gancho es pasar una prueba para un concurso, pero en realidad esa entrevista es ya en directo, y el jurado juzga el estilo de la persona y, cosa muy interesante, es capaz de captar el aspecto emocional que se refleja en cómo llevamos la ropa y qué ropa llevamos.

Aciertan siempre, y detectan las profundas carencias del sujeto (casi siempre es una mujer pero también hay un buen número de hombres), provocando lágrimas pero siempre aceptación de una verdad dolorosa.

El presentador es un hombre joven y que se nota que se interesa de verdad por los problemas que trae el protagonista y, o bien él está capacitado profesionalmente o hay gente en el equipo, siempre inventan una intervención que resulta perfecta para movilizar emociones y cambiar radicalmente no sólo la ropa, sino a la propia persona.

Le proporcionan expertos dermatologos, cirujanos plásticos, dentistas, oculistas, coach de vida, entrenadores personales, personal shopper, peluquería, maquillaje, vacaciones en el caribe, en un hotel con spa, montar a caballo, presentación de su proyecto de empresa, bailar salsa, dar una charla de aquello que les marcó, escalar, tirarse al vacío (con arneses)...

Para cada persona y según la carencia que manifiesta, se inventan una intervención que, a pesar de las resistencias del sujeto, da en el clavo y les ayuda a superarla.

Hay muchas emociones y todos los expertos colaboradores expresan un verdadero cariño por el protagonista y aceptación de sus problemas y cooperan de la mejor manera posible.

Es realmente emotivo y muy intenso.

Se aprende mucho en veinte minutos que dura el programa...

Una vez se ha realizado el cambio, la persona se somete de nuevo a juicio, casi siempre por un jurado nuevo, y escucha el efecto que causa su primera impresión en el jurado.

El cambio es radical (y viéndolo, ciertamente es sorprendente) y el protagonista agradece la oportunidad que el programa le ha brindado de poder cambiar.

Observaciones: que la persona al apuntarse al programa quiere un cambio de vida (casi todos afirman que desean sentirse mejor, tener más autoestima, conseguir algo en la vida), y su deseo es intenso. 

Que los que escogen a los participantes tienen mucha capacidad de detectar problemas cambiables.

Que el equipo es fenomenal. El cariño, el aprecio, el deseo de ayudar (y la capacidad de hacerlo) son genuinos. 

Que sorprende que una televisión (canadiense) haga un programa tan psicológico, y que además lo haga tan bien que tenga mucho éxito.

Felicidades sinceras, me encanta ver como alguien en el fondo de un pozo, se agarra a la soga que le lanzan y sale victorioso a la luz...¡!


La televisión bien usada...es genial. Lástima que en España las cosas sean tan diferentes...



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