El caso del post anterior, del perrito Gandhi, es UNO del que sabemos, pero ¿cuántos más existen todos los días?
Pero no sólo es eso, sino ¿cuántos niños son maltratados diariamente, cuántos violentados y abusados?
¿Cuántas mujeres cada día reciben maltrato y abuso?
¿Cuántos ancianos son humillados por quienes les cuidan?
Pero hay más: no sólo abuso y maltrato físico, sino emocional -que no deja huellas visibles aunque desgarre-.
¿Cuántos miran para otro lado, cuántos se hacen el sueco y silban para distraer la atención del verdadero problema?
¿Cuántos piensan que no es problema suyo?
Es un problema de todos nosotros. Hay que cambiar las creencias viejas y dañinas (la mujer, atada y con la pata quebrada; los viejos no sirven para nada; los niños no son nadie...) y sustituirlas por ideas más justas, más libertarias, en definitiva más humanas.
Personas en el gobierno como el tal señor Werter, deberían abrirse las venas y desaparecer de este mundo - y los que opinan que tiene razón, seguir el mismo camino-.
La vida es sagrada, queridos y queridas míos.
Los animales son sagrados porque están vivos, no podemos explotarlos para nuestro beneficio y divertimento.
La naturaleza es sagrada porque está viva y podemos compartir sus frutos pero no expoliarla.
El Homo Sapiens surgió de la evolución, pero no es el rey de la creación, eso fue sólo una imagen de los cuentos biblícos.
Ha de terminar el especismo, esa supremacía de la especie humana porque sino, estaremos actuando como el tan criticado -y con razón- Adolf Hitler y su dominio de la especie blanca, rubia y superior.
Y como él, pasaremos a mejor vida, porque algo así no puede prosperar ya que derrumba la esencia de lo que mantiene la vida en este planeta, que no es otra cosa que coexistir y formar parte de un todo, donde cada acción por pequeña que sea, tiene su reacciónque nos afecta a todos.
Como decía E.E.Cumming en su poema "llevo tu corazón en mi corazón":
Yo digo que todo está muy mal, y qué poco me importa, porque formo parte de la solución y actúo en consecuencia.
¿Y tú?